NOTA

LUCHADORAS DE LA CUMBIA

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Ángela Leiva, Karina Tejeda, Dalila…mujeres empoderadas, luchadoras, apasionadas, que marcaron y marcan el camino de las cantantes de la cumbia argentina.

Lo mismo puede decirse de las pioneras, en los inicios de un género que de entrada le abrió las puertas a las mujeres que se subían al escenario para desarrollar su música, su estilo y junto a colegas varones llenaban locales bailables.

Lía Crucet y Gladys, La Bomba Tucumana, figuras entre figuras en los gloriosos años 90. La última década del siglo pasado, la explosión de la música tropical en La Argentina. Desde la Capital Federal y todo el conurbano, el género se extendió al país, primero, y luego a toda Sudamérica.

Luego llegó Gilda. Otro estilo. Una maestra con trazos angelicales que conquistó a un público acostumbrado a las pulposas de escotes generosos. Ella también lucía una pollera cortita, pero su atrevimiento cultivaba una onda adolescente, aunque ya andaba por la treintena. Su temprana muerte llenó de dolor al género y sus canciones se siguen escuchando con devoción en hogares y sitios bailables, en grabaciones de ella o en reversiones de sus colegas.

La cumbia santafesina le regaló al país a una joven que impactó desde una canción del Grupo Trinidad, entonces con la voz de Leo Mattioli. Dalila fue descubierta en un pub, cantando pop, y después de esa presentación ya no se fue más de la movida.

«La Diosa del verbo amar», la bautizaron. Y al poco tiempo se animó a lo que ninguna mujer: le cantó al amor lésbico. Y además de las que la admiraban, en la primera fila de sus recitales también estaban las que la amaban y deseaban.

Las discográficas rivales precisaban una competidora de Dalila, que militaba en las filas del sello Magenta, y descubrieron a una adolescente llamada Karina, a quien lanzaron como «La princesita de la movida tropical». La llevaron a grabar a Santa Fe y, aunque a simple vista no podía competir con la mujer de voz casi tanguera y movimientos sensuales, la casi niña logró lo impensado y fue haciendo su propio camino.

Cuando Karina también se independizó, apareció otra joven que cautivó con su voz: Ángela Leiva.

Varios años después, con varias separaciones a cuesta, denuncias contra un ex que la maltrató física y mentalmente, Ángela Leiva es hoy una de las mayores figuras de la música tropical. No sólo recorre el país y Sudamérica. También es figura invitada de Los Ángeles Azules, quienes la llevan a sus giras por México y Estados Unidos porque su público se enamoró de esta joven bonaerense.

Karina también cautivó a los distintos públicos con su historia de vida, con amores prolongados y crisis que tuvieron canciones (El Polaco, El Kun Agüero…). Ella nunca paró de crecer. Después de conquistar al público de la cumbia, hizo lo mismo con otros sectores de la sociedad a través de programas televisivos que la tuvieron como protagonista.

Dalila, a su vez, no pasó por la televisión como Ángela y Karina, pero su vigencia en la movida tropical es indiscutible, con un público que la sigue adorando.

Pero hay muchas más mujeres que marcaron y siguen generando pasiones en la cumbia, como Antho Mattei en la cumbia santafesina y Rocío Quiróz en la cumbia villera, por citar sólo a un par.

La movida tropical argentina nunca perdió esa característica fundacional: en el género, las mujeres -apasionadas y fuertes- movilizan tanto como las voces masculinas.


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