LUCHADORAS DEL CUARTETO
Por una cosa u otra, la pandemia dio paso al protagonismo masivo de las cantantes dentro del cuarteto. Como nunca, las mujeres lograron copar los escenarios más importantes del género.
Esta tendencia se consolidó desde entonces y son varias las principales protagonistas de la movida que tiene su centro neurálgico en la ciudad de Córdoba y desde allí se proyecta a todo el país.
Para lograrlo, las mujeres debieron esforzarse muchísimo porque el género estaba cruzado por los prejuicios. La Gata Noelia y Lore Jiménez (hija de La Mona) pueden dar cuenta de eso.
Eugenia Quevedo, criada en Córdoba, pero que sus inicios importantes en la música lo dio en Buenos Aires cantando cumbia, volvió a la provincia para grabar un cover con La Banda de Carlitos y fue tal el éxito de ese tema que al tiempo volvió por otro y luego se sumó a la banda, sin imaginarse que en el cuarteto encontraría un suceso enorme.
La carismática Eugenia, dueña de una voz poderosa, también desarrolló en el cuarteto su personalidad desinhibida, que en la cumbia estaba escondida, vaya a saber por qué.
Magui Olave es otra gran figura consolidada después de la pandemia. Es prima de Rodrigo Bueno, El Potro, leyenda del cuarteto, y desde chica jugaba a ser cantante junto al hermano del Potro, Ulises.
Cuando Rodrigo murió en un accidente, los productores cordobeses pensaron en Ulises (entonces un adolescente) para continuar el éxito de su hermano. El chico aceptó el desafío. Salió a los escenarios y se llevó con él, como corista, a su prima Magui.
Tras esos años de aprendizaje, Magui decidió lanzarse como solista, pero interrumpió su carrera cuando su marido, el futbolista Matías Suárez, fue transferido de Belgrano de Córdoba al Anderlecht de Bélgica.
Cuando Suárez regresó, contratado por River Plate, Magui retomó sus sueños de cantante. El éxito de varios temas grabados la fue llevando a los grandes escenarios, en coincidencia con el furibundo éxito logrado también por su primo Ulises (en ésta foto de abajo se los ve juntos en una show reciente).

Vanessa Velázquez ya venía trabajando antes de la pandemia como vocalista de Banda Mix. Tenía un nombre y un prestigio, pero le faltaba dar el salto. «La patrona», como se la denomina, nunca bajó los brazos y su esfuerzo le posibilitó ubicar a su banda entre las principales.
Varias de las canciones de Banda Mix son muy valoradas por los amantes del cuarteto. La mayoría son reediciones de grandes éxitos de otros géneros que en la voz y la interpretación de Vanessa (abajo) suenan diferentes.

Claudio Toledo y Ale Ceberio son dos históricos cantantes del cuarteto, con una larga trayectoria. Por unos años compartieron escenarios con Tru la lá. Esas canciones que popularizaron en la legendaria banda de Córdoba, más las que lograron popularizar como solistas, forman parte del espectáculo que idearon para trabajar juntos: Bilogía.
Lo pensaron para una etapa, pero ya llevan mucho tiempo, con un éxito renovado que los lleva de gira por gran parte de La Argentina.
En los últimos meses Toledo y Ceberio consideraron que también debían sumar una voz femenina. Y eligieron a Anto Salinas, que aporta en el show voz, cadencia y simpatía a los temas de raíz tropical.

Hay más cantantes destacadas en el competitivo mundo del cuarteto, entre ellas dos descendientes de grandes figuras del género: Valentina Márquez (hija de Lisandro Márquez) y Mara (hija de Pablo Tamagnini, una de las figuras de La K´onga).
Pero también se destacan ya La China Romero, Luz Paisio y Valentina López, entre otras cantantes que muestran sus dotes para emocionar y hacer bailar a los cuarteteros, virtudes que en el género antes eran atributos propios sólo de voces masculinas.