El Polaco está feliz porque terminó de armar su camioneta Chevrolet C10 en honor a su padre, Jorge, a quien apodaban «El Tata».
A los gustos de su padre, ya fallecido, le agregó los propios y ahora tiene una vieja C10 (de las que transitaban las rutas del lejano oeste norteamericano en la década del 60) totalmente modernizada, con asientos, sonido y otros «Chiches» de última generación, con una imagen de su padre pintada en el capot.
Le encargó las reformas a una conocida empresa de La Plata, que tiene clientes ricos y famosos en su cartera de clientes, entre ellos Juan Sebastián («La Brujita») Verón.